Abstract
Se expone aquí un caso, extraído de la experiencia, en el que un profesional médico español, al enfrentarse a un hecho, vinculado con la pandemia por coronavirus, hace gala en su actuación de una particular excelencia ética. Si bien esto, en el marco de la vida y el desempeño profesionales ordinarios, y sin que implique por su parte una exigencia de heroicidad. En el análisis reflexivo, acerca de la moralidad exhibida aquí, cobran protagonismo, ante todo, dos claves éticas concretas: la de la vocación profesional y la de la gratuidad. El trabajo profundiza en el sentido de las mismas y explora algunas de sus significaciones en este contexto. De la mano de ambas claves, el estudio se adentra en la cuestión de la belleza moral, que se manifiesta en el caso y cuya pujanza para despertar el afán de emulación puede jugar un papel muy fecundo en la formación ética y el desarrollo moral.