Abstract
Problema: tradicionalmente se ha excluido de la esfera de consideración moral tanto al ambiente como a otros animales, aun cuando una relación positiva con ellos reporta beneficios para la salud de unas y otras criaturas y promueve el desarrollo de empatía y la emisión de conductas prosociales (Ngai, Yu, Chau, Lee y Wong, 2021). De hecho, en las últimas décadas se han observado casos de zoonosis, uso inadecuado de recursos, deterioro del ambiente y un aumento de casos registrados de abuso animal. El abuso animal, fenómeno complejo y multideterminado, frecuentemente funciona como precursor o indicador de otras conductas calificadas como “antisociales”, violentas y no violentas. Respecto del rol que juega la empatía en la emisión o inhibición de conductas agresivas y de cuán generalizable es la empatía interespecie, existe evidencia contradictoria y se resaltan aquí tres fenómenos de interés: erosión empática, desensibilización progresiva a la violencia y fatiga por compasión. Objetivo: determinar si los niveles de empatía, la disposición a comportarse de manera abusiva contra otros animales y la conducta efectiva de abuso animal se relacionan con el contexto de formación preprofesional, el género autopercibido y la tenencia actual y/o previa de animales de compañía en estudiantes universitarios que cursan el tramo final de la Licenciatura en Psicología. Metodología: diseño ex post facto retrospectivo de grupo único (N = 241). Se aplicó un cuestionario autoadministrado que incluyó el Interpersonal Reactivity Index, la Animal Empathy Scale, la Animal Abuse Proclivity Scale y la cantidad y frecuencia de conductas efectivas de abuso animal. Contribución: se evidencia sobre el aporte del género autopercibido a la relación entre diversas medidas de empatía y el abuso hacia otros animales y se refuerza la tesis de la no generalizabilidad de la empatía interespecie.