Abstract
Es impresionante la aportación del Bto. John H. Newman para la renovación de la teología católica y de la vida misma de la Iglesia. Desde su confesión anglicana y con una rectitud ejemplar de conciencia, luchó incansablemente en la búsqueda de la verdad, como lo atestigua en la Apología pro vita sua. Próximo a ingresar en la Iglesia católica, quiso hacerlo tras una ardua reflexión de la fe y la razón. Llegó a la conclusión de que las afirmaciones católicas, que los protestantes rechazan como añadidura ilegítimas a la doctrina neotestamentaria, son en realidad verdaderos desarrollos de esta doctrina y por lo mismo, dignos de nuestra aceptación. Esta es la conclusión de su Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana, que comentamos en este artículo. El Concilio Vaticano II acogió esta conclusión (DV 8). El Bto. J. H. Newman, como miembro del Oratorio de S. Felipe Neri, desarrolló una fecunda labor en pro de la educación católica y de la integración del laicado en la misión de la Iglesia.