Abstract
Quizá no sea desacertado destacar que cuando Étienne Balibar afirma que el sujeto-ciudadano rousseauniano constituye una «figura propiamente revolucionaria», no está simplemente mencionándolo desde una perspectiva teórico-política, pues está haciendo ver que la dualidad que comporta supone una figura revolucionaria en un sentido lingüístico y especulativo. En este artículo, nuestro propósito no es otro que analizar el triple alcance de la «invención teórica de Rousseau». Que las significaciones conceptuales no puedan ser simples o unívocas, es lo que en buena medida intentaremos poner de relieve siguiendo su interpretación de algunas de las nociones medulares del Contrato social de Rousseau.