Abstract
En este texto, presento a Lamarck, como un autor que debe ser considerado, no solo como uno de fundadores de la biología, sino uno de los precursores del positivismo. Se examinarán nociones de “fuerza vital”, organización, “plan de la naturaleza”, “sentimiento interior” y hábito, pilares de su teoría de la transformación. Esta teoría fusiona el determinismo inherente al “plan de la naturaleza” (PN) con el papel más flexible del “sentimiento interior” (SI) y el hábito en la modificación. Es así como, Lamarck defendió un holismo materialista que justifica la imagen de una naturaleza que, al organizar la materia, da lugar a la generación espontánea de seres vivos simples que a lo largo del tiempo se transforman incrementando los grados de organización, culminando con la aparición del hombre. Idea que Comte extrapoló para justificar un progreso social atado a la aparición de las ciencias positivas. Este trabajo también evalúa la crítica de Comte a Lamarck acerca del papel del medioambiente, cuyo potencial de cambio estaría limitado por “la existencia de “obstáculos interiores” a la modificación, superados en los humanos mediante la emergencia de la sociedad. Ambos autores estuvieron influenciados por François Quesnay, quien propugnaba una sociedad regida por una ética basada en una ley natural biológica. Pero, mientras Lamarck anticipaba el riesgo de la autoextinción humana, Comte consideraba que el verdadero progreso se lograría al convertir esa ley natural en fundamento de una nueva religión secular.