Abstract
La propuesta filosófica de dos de los pensadores españoles más relevantes del s. XX, que –pese a sus distintos planteamientos– compartieron un contexto filosófico y una problemática común, tiene como un elemento clave y central la defensa del realismo gnoseológico. En estos autores hay dos pasos relevantes: por un lado, la defensa de que el conocer es actualizar lo real ; la segunda, que el conocer humano, en cuanto racional, no es intelectual puro, pero tampoco es un libre desenvolvimiento motivado por lo real –ése podría ser un riesgo pero no su esencia– sino un comprender la realidad. En este artículo se quieren comparar las dos posiciones en cuanto en ambas, el momento discursivo o racional de la intelección humana no implica un despliegue apoyado o fundado en el momento de tener lo real actualizada o intelectivamente, sino una prosecución retenida en la realidad actualizada o en presencia.