Abstract
Colombia es hoy el país con mayor área y el mayor productor de hoja de coca y cocaína en el mundo. Las políticas y los modelos de intervención a través de los cuales se ha intentado que desaparezcan estas siembras han venido cambiando, pero han optado básicamente por una de dos vías: o la realización de programas de desarrollo alternativo, dirigidos a hacer económica y socialmente posible la sustitución de los cultivos en cuestión por otras actividades, o la aplicación de programas de erradicación, en especial los que hacen uso de la fumigación aérea. El presente artículo contiene algunos elementos que pueden ser útiles para un balance de las políticas y los modelos que para enfrentar los cultivos de uso ilícito han venido aplicándose en Colombia durante los últimos quince años, así como algunas consideraciones que anticipan ese balance