Abstract
El artículo establece cuatro premisas: gnoseológica ; antropológica ; ontológica y lingüística. A partir de aquí se establece la tesis de que podemos hablar de lo absoluto, porque estamos obligados a tratar de comprender el contacto real que tenemos con lo real incondicionado. Pero nuestra comprensión de lo absoluto será siempre mediada, por lo tanto, indirecta, condicionada, relativa. Finalmente el artículo propone principios teológicos que permitan evitar tanto el absolutismo como el relativismo en la valoración del conocimiento humano: el Dios de Jesús que es Amor y, por ello, Trino y la Encarnación: el Hijo de Dios se ha hecho creatura relativa.