Abstract
En el presente estudio procuraremos determinar los dos ejes de la ética unamuniana, que, al estar vinculados con el dualismo antropológico “yo-íntimo” y “yo-público”, podríamos condensar en los conceptos de “bondad” y “obra”. Unamuno, en cuanto heredero del romanticismo y del existencialismo, consideró que lo fundamental, en términos axiológicos, era que los individuos aprendiesen a “ser buenos” y no a “hacer [meramente] el bien”, ya que solo a través de la pureza del sentir, es decir, de la “bondad ética”, el “sujeto moral” podría constituirse como una “persona” a través de sus “obras”. En este aspecto, la relación de la ética unamuniana con los “oficios” es decisiva, ya que cada “individuo” a través de su “profesión” está llamado a formar su “persona”.