Abstract
En el transcurso del siglo XIX, la Ciudad de México fue escenario de numerosos combates en el contexto de guerras civiles e intervenciones extranjeras. Su papel como centro político del país ocasionó que los ejércitos advenedizos buscaran consolidar su triunfo de manera simbólica con su ocupación. No obstante, fue también epicentro de varios movimientos militares, uno de ellos el que inició el 11 de enero de 1858 que detonó la Guerra de Reforma. Entre esta fecha y el 21 del mismo mes, la capital se convirtió en una "ciudad de guerra", lo que cambió las dinámicas de sus habitantes y las autoridades. Se analizan las modificaciones de las actividades cotidianas, el impacto social de la conflagración y el papel que representó el ejército en este movimiento, que formó parte de la construcción y consolidación de Estado mexicano.