Abstract
Desde una perspectiva filosófico-educativa, este artículo aborda la relación pedagogía-colonialidad y sus efectos en la escuela. A partir del análisis de estos elementos, su convivencia y tensión se reconoce una pedagogía viva que habilita el habitar la escuela desde y para una práctica deslegitimadora de las formas escolares coloniales. El escrito se basa en una investigación realizada en dos escuelas primarias públicas del sur de Mendoza (2019-2022) a partir de los métodos de comunidad de diálogo y comunidad de indagación. Esta buscó explorar la coligación entre el proyecto educativo moderno colonial-eurocéntrico y las formas de habitar la escuela, a partir del supuesto de que tal relación cercó la construcción de cosmovisiones, proyectos de vida y lazos comunitarios sociales contextualizados, sosteniendo como válidas reducidas opciones de vida y sobrevivencia social. La coligación supuso advertir los elementos escolares presentes y ausentes envueltos, aquellos presentes de manera hegemónica, impuestos por la racionalidad moderna, y aquellos ausentes, invisibilizados o no evidentes desde esa lógica. En las tensiones entre presencia y ausencia visibilizadas en el estudio emerge la relación pedagogía-colonialidad. Para abordarla, primero se despliega la construcción de un marco teórico que piensa las marcas coloniales a través de Aníbal Quijano, la posibilidad de una pedagogía crítica a través de Paulo Freire y sus contradicciones en la modernidad. Segundo, se amplía esta caracterización a partir de la idea de pedagogía viva y lo que convoca. Finalmente se reflexiona sobre la pedagogía viva como proyecto que recupera lazos sociales-comunitarios rotos por el proyecto escolar moderno.