Abstract
La Ruta de la Amistad surgió con motivo de la XIX Olimpiada en México. Siendo el corredor escultórico más largo del mundo, donde a lo largo de diescisiete kilómetros se ubicaron 19 esculturas monumentales de arte abstracto, marcó el punto de partida de un nuevo arte público, alejado de nacionalismos. Para que esta ruta se hiciera realidad implicó un arduo trabajo, desde su gestión hasta su construcción, que generalmente no es mencionado cuando se habla de ella. A más de cincuenta años de su creación, sigue siendo muestra de lo mejor del arte mundial de la década de los sesenta.