Abstract
Cuando la decepción de intenciones de expectativa afecta a objetos relevantes para el sujeto, su anulación puede provocar una pérdida de familiaridad respecto del horizonte de cotidianidad. Esta puede derivar, entre otros temples, en la aparición de un estado nostálgico que, en su expresión, no se limitará a envolvernos con su coloración sino que guarda una intencionalidad, en forma de anhelo por lo perdido, capaz de objetivarse y, por tanto, de ser utilizada como fuente de motivación para instaurar respuestas —en plural— ante dicha pérdida; respuestas, veremos, que pueden orientarse a la autoprotección frente al lapso originado en la decepción.