Abstract
Este artículo tiene el propósito de defender que las razones personales en sentido amplio son una postura compatible con la defensa del largoplacismo. Para ello, en primer lugar, explicaré en qué se basa el largoplacismo, esto es, la posición según la cual debemos preocuparnos principalmente por el impacto que nuestras acciones tendrán en el futuro lejano. En segundo lugar, describiré y compararé las distintas posiciones que existen en ética de poblaciones. A continuación, señalaré la problematicidad de las razones personales en sentido estrecho. Finalmente, evaluaré las razones personales en sentido amplio en relación con el largoplacismo y concluiré que pueden constituir una posición no sólo válida, sino útil, para quienes se preocupan por el futuro lejano.