Rebelion: Una aproximación teórica
Abstract
Durante mucho tiempo los teólogos y filósofos medievales se han desvelado tratando de comprender y explicar el origen del mal en la tradición judeo-cristiana. En efecto, si partimos de la base que el dios judaico y cristiano son una entidad omnipresente, todopoderosa y comprensiva, queda inconcluso la razón por la cual permite el nacimiento y la presencia del mal y/o la corrupción de uno de sus Ángeles más amados y sabios. En efecto, si se observa la estructura gramatical de los idiomas indoeuropeos se observará que existe un estado nominal para casi cualquier situación o pérdida con la excepción de la muerte del hijo. De hecho, Dios podría haber acabado con Lucifer pero no lo hace; lo pone en contraposición y lo destierra a las afueras de su jurisdicción. Con la excepción de Abraham, ¿Qué hombre mataría a su propio hijo?. El mito fundador de querubín Lucifer no sólo simboliza la relación entre el hombre y la traición sino también el amor filial entre el padre y su creación; es decir su hijo y la negación de la muerte