Abstract
Hablar de islamofobia hacia comunidades negras africanas y afrodescendientes es difícil de abordar debido al orientalismo y a procesos de estereotipación de lo que concibe el ser musulmán, así como la racialización de un estatus espiritual. Esta percepción negativa y reduccionista del islam y de los musulmanes como un ente monolito y homogeneo, refuerza y configura dinámicas de poder. En el estado español, el orientalismo reduce a la persona musulmana bajo el sujeto “moro”, racializando una identidad religiosa desde el miedo y el terror desde unas raíces históricas y estructurales, propiciando un señalamiento social racista que vigila y persigue. Esto ha invisibilizado a otras comunidades que también son objeto de la islamofobia y no entran en los cánones de la otredad de lo “moro”. Se pretende tener una noción más acertada de la realidad de los musulmanes que permitirá a su vez mejorar la identificación de la islamofobia en España.