Abstract
Los diseños experimentales adoptados en las ciencias empíricas traducen y seleccionan exteriorizaciones fenoménicas, de modo tal que ellas constituyan ciertas formas de percepción y posibilidades de comprobación que proceden del "objeto" mismo. En un nivel meta-teórico, podríamos identificar en tales diseños reduccionismos que facilitan toda suerte de simplificaciones epistémicas y metodológicas a costa, de eliminar cosas que necesitan ser entendidas y que son parte de una imagen completa del fenómeno que estudiamos. Por reduccionismo entendemos el proceso de simplificación y operatividad que exige un diseño experimental. Pues bien, tanto Ortega y Gasset como Paul Karl Feyerabend denuncian las consecuencias y absurdos que se siguen de las diversas modalidades de reduccionismos para la misma ciencia. No es novedad en absoluto reconocer en Ortega y Gasset un auténtico filósofo de la ciencia ni mucho menos encontrar afinidades con los grandes representantes de este campo disciplinar. En este trabajo analizaremos como las lecturas orteguianas de esta problemática, así como su propuesta, corre en líneas paralelas a las denuncias de Feyerabend.