Abstract
El artículo plantea varias cuestiones a la obra de José Antonio Suárez, catalogada dentro del formato mínimo y la micrografía. Se analizan las causas de la atracción por lo mínimo: la perfección de la joya, la magia del talismán, el oficio, el truco, los modelos editoriales de la ilustración. Se aborda el recurso a la privacidad del diario de apuntes, el rechazo a la producción del gran arte y al mismo tiempo la admiración por el arte museal. Finalmente se evalúan las posibilidades que da el grabado al formato mínimo.