Abstract
El articulo adopta una perspectiva histórica y crítica con relación al modelo hegemónico de salud mental, centrado en la necesidad de restaurar farmacológicamente un desequilibrio neuroquímico. En el campo de la psiquiatría parece haber un amplio acuerdo en defender la tesis según la cual, entre los años 1952 y 1954, con el descubrimiento del primer neuroléptico, la Clorpromazina, se iniciaría un proceso de radical transformación del saber psiquiátrico. En el año 1954, el laboratorio norte americano Smith, Kline & French (SK&F), hoy Glaxo Smith, compró la patente para comercializar esa droga en los Estados Unidos. Analizo la campaña publicitaria dirigida a las mujeres. La publicidad de esta potente droga psiquiátrica, a lo largo de las décadas de 1950 y 1960, permite entender la perspectiva de género existente en la industria farmacéutica y el papel de los neurolépticos en la gestión de la feminidad.