Abstract
En este trabajo abordamos la noción de naturaleza que el materialismo posthumano pone en juego y que supone una reflexión sobre la relación del arte con el mundo, la materialidad y la emancipación. Retomando el planteo de Adorno, según el cual el materialismo se muestra como la tensión insuperable entre el “desnudamiento” relativo de las potencias de los materiales y la articulación en constelaciones nuevas que aquel posibilita, analizamos críticamente la tarea que implica para el arte: servir de voz a la naturaleza oprimida y dañada. A través de los recorridos de Foucault, Latour y Schwarzböck sobre estos temas, y haciendo intervenir al pensamiento ecológico, señalamos un camino a explorar en el cual la estética filosófica se halla ante nuevos desafíos.