Abstract
Ernesto Volkening leyó, reescribió y comentó los Escolios a un texto implícito de Nicolás Gómez Dávila, labor interpretativa desarrollada mediante un diario de lectura con aspiraciones aforísticas y críticas. Este artículo recuerda el contenido de sus valoraciones y destaca cómo estas sirven en la definición de glosas, máximas y aforismos; así mismo, se concentra en la voluntad de estilo de los fragmentos que conforman la obra. Lo anterior favorece el examen de la forma de la escritura en las tareas críticas de Volkening y la reafirmación de lazos entre diario de lectura, formas argumentativas breves y ensayo.