Abstract
El artículo examina la participación de las mujeres en estudios clínicos de acuerdo con lo normado por la recientemente derogada regulación de la investigación con sujetos humanos en Costa Rica. El punto de vista seguido es que la mujer no cuenta con las mismas garantías que los varones, sufren de una falta de reconocimiento y por lo tanto, se incurre en una doble acepción de los principios bioéticos invocados en los reglamentos. La autonomía, traducida en consentimiento informado es suficiente para garantizar la participación de los varones, mas no para las mujeres, quienes sufren una disminución en su autodeterminación en virtud de su capacidad reproductiva. De acuerdo con esto, hay una contradicción inherente a la regulación que no sólo se refiere a cómo ha sido aplicada la autonomía de los sujetos, sino también la beneficencia que los reglamentos mismos afirman persigue con la investigación con sujetos humanos