Abstract
Ante el surgimiento de un renovado interés por la religión, este artículo discute las implicaciones filosóficas de la clausura del fenómeno de la secularización. Según el autor, el origen de este interés depende en cierto sentido de la nueva legitimidad que el final de la metafísica concede al discurso metafórico. El cierre de la secularización se analiza buscando complementar el nihilismo de Nietzsche con la ontología de Heidegger. La principal hipótesis explorada dice que si el pluralismo filosófico se toma en serio, su condición de interpretación entonces se topa de nuevo con la tradición religiosa-judeocristiana. Mientras que el nihilismo nietzscheano supone que —desterrados los grandes sistemas ateos racionalistas— ya no quedan motivos filosóficos fuertes para ser ateos, la ontología heideggeriana obliga a leer la historia del Ser como una historia de debilitamiento en actu del mensaje religioso de Occidente.