Abstract
En este artículo, analizo dos estrategias para diseñar especies con fines de conservación, la des-extinción y la genética dirigida. Sostengo que el uso de la ingeniería genética con fines de conservación no es, en principio, incorrecto. Puede haber casos en que la des-extinción de especies y la ingeniería genética dirigida sean preferible a otras estrategias disponibles para la conservación. También sostengo que la des-extinción no es una técnica de conservación tan transformadora como podría parecer en primera instancia. Considerada como actividad de conservación, se fundamenta en gran medida en prácticas de conservación tradicionales, como los programas de cría en cautiverio, la reintroducción de especies y la restauración y protección del hábitat. En contraste, la genética dirigida tiene el potencial de reestructurar significativamente la forma cómo se enmarcan y abordan los problemas de conservación. La genética dirigida es, por lo tanto, una tecnología mucho más disruptiva para la filosofía y la práctica de la conservación.