Abstract
El presente artículo gira en torno a un problema capital en la fenomenología de Jean-Luc Marion: cómo un sujeto pasivo, a posteriori, que es dado en la recepción misma del fenómeno, puede a su vez ser considerado como el sujeto a priori que lleva a cabo (activamente) la reducción a la donación. Eso nos lleva a precisar el surgir del ‶nuevo sujeto″ encargado de esa reducción (el adonado), ‶sujeto″ que es dado como el ‶responsable″ de la visibilidad de todos los otros fenómenos dados. La ‶entrega″ del adonado a lo que aparece supone para nosotros que el adonado forma ya parte de la donación. Si la donación del fenómeno consiste en la vida simple y espontánea del mismo, aquellos fenómenos dados que más de cerca nos conciernen abren la paradójica formalidad de lo que llamamos la ‶coincidencia de lo dado con el modo de darse″. Es en esta coincidencia, en el gesto del ‶don puro″, en el ‶estado de gracia″ del acontecimiento, que podemos salir ya de la metafísica: el ‶don puro″ acontece, con el ‶adonado″, al advenir sin medida, no idéntico a sí mismo y sin razón previa, quebrando los dos principios de la metafísica: el principio de identidad y de razón suficiente.