Abstract
La diferenciación entre entidades observables e inobservables y su diversa caracterización ontológica es una de las cuestiones principales relacionadas con la comprensión del papel y alcance de las teorías científicas con las que analizamos y explicamos el mundo. Una gran parte de la teorización que la filosofía de la ciencia ha llevado a cabo sobre estas cuestiones se debe a la inevitable participación de entidades demasiado pequeñas para ser apreciadas por los sentidos humanos en casi todas las teorías fundamentales de la mayoría de las ciencias. El objetivo de esta ponencia es señalar el papel que este tipo de entidades tiene en la teoría del conocimiento propia de la filosofía de Epicuro, expuesta en la Carta a Heródoto. Para ello, trataremos de poner en relación este tipo de entidades con la tercera de las clases de validación del conocimiento, la no-refutación, que la teoría epicúrea distingue, a la luz del esquema de los modos de conocimiento que Sexto Empírico ofrece en HP, II, 97-99.