Abstract
Este artículo estudia a un colectivo de trabajadoras domésticas y de cuidados (Territorio Doméstico) que se reúne y hace red en el barrio madrileño de Lavapiés, en proceso de gentrificación-turistificación. En él analizamos la conexión entre la turistificación y las cadenas globales de cuidados en el neoliberalismo actual, de las que estas mujeres son víctimas como migradas del sur global, forzadas a estos trabajos para sobrevivir. Este colectivo, en espacios del barrio y en red con otros colectivos, lucha por mejorar su situación laboral y vital; pero en el proceso (que incluye un trabajo de historia y memoria esencial que une y contagia empatía) genera alternativas locales y globales para una vida buena para todos. Éstas, que analizamos como estrategias de erosión de la turistificación y del capitalismo, pasan por una ética ecofeminista y descolonial.