Abstract
En primer lugar, el presente artículo analiza la potencialidad que tienen las prácticas artísticas y manifestaciones culturales desarrolladas en zonas periféricas, urbano-marginales de la ciudad de Guayaquil como un mecanismo de integración y cohesión social para prevenir la violencia. Para ello, metodológicamente se propone un abordaje cualitativo de experiencias desarrolladas en este campo por instituciones de cooperación al desarrollo, que trabajan en articulación con la Universidad de las Artes. Se parte entonces de la recopilación de evidencia documentada de ejecución de proyectos, entrevistas y textos académicos, para luego desarrollar un análisis e interpretación de los procesos y resultados alcanzados en esas intervenciones realizadas principalmente en sectores como Isla Trinitaria y barrios del Noroeste de Guayaquil, sitios de alta conflictividad e inseguridad. En segundo lugar, se lleva a cabo un estudio analítico sobre algunos pensadores que tratan el tema de la violencia y de la paz. Estos estudios pueden iluminar y ofrecer herramientas teóricas para la resolución de conflictos. No todo está perdido y sin esperanza, es posible (re) construir y recuperar la armonía perdida.