Abstract
En 1618 la Inquisición confiscó todos los papeles de Pedro de Valencia, humanista insigne, exegeta bíblico y cronista del reino y de las Indias de Felipe III. También confiscó los papeles de otros miembros de su círculo. En este artículo examino los dos textos más importantes: Sobre el pergamino y láminas de Granada de Valencia y un Libelo segundo de Francisco de Gurmendi, intérprete en lenguas orientales del rey. El artículo se centra en la respuesta de Gurmendi a un memorial del Arzobispo Pedro de Castro en el que se defiende a uno de sus traductores. Partiendo de su traducción de los dos primeros libros plúmbeos, Gurmendi muestra las herejías trinitarias que éstos contienen y cómo el memorialista ha traducido mal muchos pasajes