Abstract
El propósito del presente texto es indagar sobre el sentido que tiene la educación para la democracia. Para hacerlo, en un primer momento, se examina el contenido contemporáneo del concepto de democracia y su desarrollo histórico. A partir de esto se propone un significado de educación democrática basado en la propuesta ético–política de Aristóteles, bajo el supuesto de que dicho marco de referencia permite una relectura útil del paradigma contemporáneo de la democracia deliberativa. La tesis que se defiende a lo largo de este documento consiste en que la formación para la democracia implica una paideia a través de la cual se dota a los individuos de las capacidades necesarias para ejercer su rol de ciudadanos. Esto significa que los esfuerzos educativos deben estar orientados al desarrollo y al fortalecimiento de la reflexión, del razonamiento ético-político, y de los medios necesarios para la búsqueda de consensos. Desde esta perspectiva, son éstas las herramientas que permiten tramitar los problemas y desacuerdos propios de la interacción entre los individuos mediante principios democráticos