Abstract
Kant es como un trueno, escribe Deleuze. Después siempre podemos hacernos los
listos. Es con Kant que la conciencia moderna del tiempo recibe su estatuto filosófico. El tiempo deviene línea recta. Levinas reinscribe dicha conciencia temporal ya no en el plano de la razón especulativa sino de la relación ética que trae aparejada el encuentro con el Otro y en la idea de Infinito. Significante que se inscribe como aquello que no podemos abarcar (lo totalmente Otro), y que al no poder abarcar mantiene abierto al pensamiento. Rosenzweig, por su parte, propone una completa renovación del pensamiento que consiste en poder acceder al fenómeno fundamental de necesitar al otro “y lo que es lo mismo, en tomar en serio al tiempo”. A partir de los aportes que estas lecturas ofrecen, el presente trabajo pretende abordar la pregunta por la temporalidad y sus implicancias para el pensamiento jurídico, augurando allí la posibilidad del tono para una nueva juridicidad.