Abstract
Desde el siglo XIX, un estado de alerta permanente frente al terrorismo en las democracias liberales modernas ha permitido la coexistencia de una aparente normalidad socio-jurídica y el estado de excepción, el espacio en el que el derecho se suspende a sí mismo para protegerse de una amenaza a su poder. Los actuales medios de policía y espionaje propios de la guerra moderna antiterrorista sirven para poner a prueba la hipótesis benjaminiana de que el Estado debe acudir siempre a una instancia superior de autoridad y legalidad ante la imposibilidad de defender su orden en el marco mismo de la ley. Este artículo analiza en profundidad los conceptos de “violencia” y “excepción” en Benjamin a partir de las reflexiones sobre la pena de muerte y policía de Estado desarrolladas en su ensayo “Para una crítica de la violencia”, puestas en diálogo con las ideas de autores como Beccaria, Schmitt, Agamben y Honneth.