Abstract
En este artículo se tratará de justificar por qué la obra de Borges tiene un profundo valor filosófico. Para defender esta tesis se desarrollarán cuatro argumentos íntimamente conectados entre sí. En el primer inciso se ejemplificará cómo un poema y un cuento pueden interpretarse como textos argumentativos que despliegan tesis metafísicas y gnoseológicas. Luego, a partir de un contra-ejemplo de la cultura del fútbol, se tratará de mostrar que los enunciados de Borges se caracterizan por su “densidad conceptual”. En el tercer inciso se recurre a la lingüística relacional (y en menor medida a la lingüística de corpus) para explicar cómo funciona una característica saliente del estilo de Borges: el adjetivo descolocado. Este análisis de base lingüística da pie a que también se explique con mayor hondura y precisión de qué se trata la densidad conceptual presentada en el apartado anterior. A continuación, en el cuarto apartado, se muestra cómo dos relatos policiales funcionan en un nivel que trasciende la complejidad narrativa, uno como una tesis cosmológica y el otro como una tesis política. Por último, se presentan conclusiones sobre los límites elusivos o difusos de la literatura y la filosofía.