Abstract

El pensamiento de Ortega sobre Cataluña, con su enfoque filosófico político, es extrapolable a la actualidad. Diagnostica, desde su visión castellana, que es un problema sin solución, dadas las características de su nacionalismo particularista, pero que es posible conllevar, buscando en cada momento la mejor solución relativa. Opuesto al federalismo en base a la noción de soberanía, compartida en el federalismo, propone la integración de Cataluña dentro de un Estado de autonomías simétricas, generalizadas y competitivas, antecedente del actual Estado de autonomías. Ortega, aunque defensor de la autonomía para Cataluña, discrepa de los términos de la misma, considerando que la organización territorial de la República estaba diseñada en base a las reivindicaciones del nacionalismo catalán en lugar de partir de los beneficios que implicaba el autonomismo.