Abstract
Este artículo se propone analizar la influencia de los estereotipos de género presentes en los servicios de salud sexual y reproductiva y del modelo imperante de atención al parto, en la generación de prácticas que pueden catalogarse como violencia obstétrica hacia las mujeres uruguayas. Luego de analizar ciertas prácticas en la salud materna y perinatal, entre ellas el valor que los profesionales de la salud atribuyen al consentimiento informado_, _se concluye que Uruguay se caracteriza por una atención al parto, donde persiste un modelo biomédico, con tendencia al intervencionismo, que en conjución con los sesgos machistas presentes en las relaciones médicas, propician algunas evidentes prácticas que pueden encuadrarse como violencia obstétrica.