Abstract
Los diálogos de Casiciaco tienen una dimensión política importante. Sin embargo, los puntos centrales de los diálogos son esencialmente no políticos, y algunas de las afirmaciones pueden parecer hostiles a la vida cívica y a cualquier reflexión sobre cuál es el mejor ordenamiento político. Este artículo estudia cómo estas aparentes incoherencias no son signos de una actitud contradictoria, sino que reflejan una estrategia triple, utilizada por Agustín para forjar la correcta actitud ante la vida política, una estrategia que incluye (1) la desacreditación del fervor patriótico, (2) inflamar el amor a la verdad, y (3) retomar la "ciuitas" desde una perspectiva más alta