Abstract
Desde el siglo XII, las disciplinas pronósticas formaban una parte integral del ordo scientiarum latino. Esto es cierto para la astrología y la adivinación, así como también para la medicina y la predicción del tiempo. Mientras que se han estudiado con detalle los debates morales acerca del conocimiento del futuro en la Edad Media, el reto epistemológico de integrar esta forma del saber en un marco teórico coherente se ha descuidado hasta ahora. En este artículo se muestra cómo durante el siglo XIII la descripción tradicional de las disciplinas pronósticas como formas de conocimiento basadas en el signo fue revisada y ajustada a la luz de los nuevos paradigmas filosóficos y también teológicos. En consecuencia, los filósofos y teólogos latinos establecieron criterios importantes que permitieron una nítida distinción epistemológica entre distintas formas de signos pronósticos y, con esto, radicalizaron el debate sobre la legitimidad de algunas de las disciplinas pronósticas.