Abstract

Tomo este fragmento de Schlegel como excusa para dialogar con la autora de este libro, Sara Fernández Gómez. Además, me permite señalar algunas de las inquietudes más sustanciales sobre la disciplina de la Historia –Geschichte– y, por tanto, de la Historia del arte que este libro tiene entre manos. La audacia aforística de Schlegel apunta a diversos aspectos epistemológicos y metodológicos tanto del ejercicio de narrar como del conocimiento del propio relato. Estos elementos disciplinares son presentados de un modo que, aparentemente, los hace ajenos a las indagaciones más actuales. Sin embargo, creo que son identificables en su rechazo de las hipótesis como un criterio del estatus de la historia, y en la exigencia por definir qué es aquello de lo que hablo cuando lo narro. O en otros términos, que cuando digo que algo existe, ya sé cuál es su naturaleza y la constitución de esa existencia. O que cuando refiero los facta –los hechos concretos existentes– a conceptos, aquellos ya están contenidos en estos. O que, al hablar de Historia, su concepto es bifurcado en un doble rostro: señala que la historia existe y muestra su estructura disciplinar. He aquí la densidad del fragmento, en tanto considera el estudio de la historia como un ejercicio que refiere a la construcción de un saber de sí misma; saber que está constituido, como bien señala Schlegel (2009) y Hegel (2008), por las consideraciones teóricas sobre qué es, cómo se conoce y cómo se escribe la Historia.