Abstract
El castigo divino es uno de los temas centrales del Libro de los Números, en especial de Nm 10,11-36,13 que describe la marcha de 40 años del pueblo por el desierto. La punición se muestra como la intervención judicial del Señor que sentencia castigos según criterios de justicia: básicamente los sancionados merecen el castigo en razón de sus culpas. Este enfoque pareciera no condecirse con la bondad y misericordia que resplandecen en la autorevelación del Señor en el Pentateuco. A través del estudio de la sentencia divina de Nm 14,11-35, que condena a la generación del Sinaí a morir en el desierto sin entrar en la tierra prometida, se intenta mostrar que la justicia y la misericordia se corresponden y, por lo mismo, que decretar justicia implica un modo de hacer misericordia.