Revus 52 (
2024)
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Abstract
La literatura sobre razonamiento probatorio busca incidir en la determinación
de los hechos en los procesos judiciales. Para alcanzar dicho propósito, no
basta con dirigir la mirada hacia disciplinas extrajurídicas exitosas e integrar
lo que de ellas pueda extraerse a las teorías jurídicas de la prueba y a la
práctica judicial. Es necesario, además, considerar el tipo de hechos a probar,
los roles de las reglas jurídicas aplicables, y asumir que litigantes y jueces,
actuando en un contexto institucional, podrán ser más o menos agudos en la
discusión fáctica, entre otras cosas. Minimizar la influencia de tales factores
expone a los estudios probatorios a tener un bajo rendimiento práctico. Algo
de esto ha ocurrido con la llamada concepción racionalista de la prueba. Su
innegable aporte al debate académico en español no ha ido a la par de su
impacto judicial. Para explicar esta brecha entre teoría y práctica,
identificamos tres creencias-obstáculo que afectan a su discurso sobre la
prueba y que deben ser sorteadas si lo que se busca es influir en la forma en
que se juzgan los hechos en un sistema judicial realmente existente.