Abstract
Contra la hipótesis de que san Agustín había atribuido a los filósofos paganos el conocimiento de la Divina Trinidad, admitiendo así la posibilidad de conocer la Trinidad sin la encarnación, este estudio muestra primeramente que el obispo de Hipona había distinguido la idea de Dios Padre, tanto en los filósofos como en el Antiguo Testamento, de la idea de Dios, el Padre de Jesucristo. En segundo lugar, muestra que los pasajes en los que el evangelista habla de la revelación del Padre realizada por Cristo el autor de los "Tractatus" los expone subrayando la naturaleza propia del conocimiento cristiano de Dios