Abstract
El artículo pretende demostrar que el pensamiento de san Agustín sobre el tema "acción y contemplación" se ve a la luz de un modelo antropológico que se remonta a Antíoco de Ascalón, y que Agustín conoce a través de las obras de Varrón y de Cicerón. Según tal modelo, el hombre está compuesto de alma y cuerpo y no sólo de alma racional; el alma es impulsada a la acción por un "appetitus" natural, como naturalmente es llevada también a vivir, a conocer con los sentidos y el intelecto, en la vida humana, estos "appetitus" se satisfacen de manera diversa, según el progreso de la edad, de modo que en cada edad se alcanza o se debe alcanzar un acuerdo, una especie de "coniugium" entre los "appetitus" y el alma, y entre el conocimiento y la acción