Abstract
Cuando se tienen distintas explicaciones sobre un mismo hecho o con conjunto de observaciones puede ser que existan diversas teorías que busquen dar cuenta de tal situación. Al tener diversas teorías compitiendo entre sí por mostrar que una es la mejor, la solución puede ser un tanto confusa. Sin embargo, existe un procedimiento altamente confiable para decidir cuál de las explicaciones competidoras es la mejor. Su nombre es el de la inferencia a la mejor explicación (IME). Su caracterización puede presentar cierta dificultad al buscar una definición rigurosa. Las críticas en contra de tal inferencia no se han hecho esperar. En este trabajo se defenderá el uso de la IME pues puede considerarse que las críticas no son devastadoras y que, inclusive, el modelo de la inferencia a la mejor explicación puede modificarse para responder mejor a estos planteamientos.