Abstract
Este artículo pretende analizar la obra de Pannenberg como teología de la mediación, cuya característica básica radica en aceptar el órdago lanzado por el ateísmo moderno, partiendo de los mismos presupuestos de este: la antropología. Por eso el centro de interés de la teología de este autor radica en mediarracionalmente fe y razón o, si se quiere, teología y antropología. El objetivo de este intento es hacer razonable la idea misma de Dios, como el poder que todo lo determina, para que la revelación de Dios en las religiones, y en especial la cristiana, que es el lugar donde se decide sobre la realidad de la divinidad, cuente con un ámbito de inserción al interior de las preguntas fundamentales del hombre. Se pretende así hacer una teología con identidad y relevancia.