Abstract
El _Fedón_ de Platón puede ser abordado tomando como eje la cuestión de los opuestos, que lo recorre en toda su extensión. En el presente trabajo nos enfocaremos en la referencia al placer y al dolor con la que Sócrates abre su participación en la obra, así como también en el primer argumento dedicado justamente al carácter cíclico de los opuestos. Examinaremos la amplia gama de ejemplos cualitativamente diferentes de contrarios que Platón ofrece y cómo esas diferencias repercuten en el valor de la argumentación. Nuestro análisis nos permitirá formular algunas apreciaciones del interés platónico en estos desarrollos que, para su adecuada interpretación, deben ser leídos a la luz de la distinción ontológica fundamental entre lo sensible y lo inteligible, presentada por primera vez en esta obra. Solo tras conseguir la aceptación de sus interlocutores acerca de que es necesario que los opuestos pueden coexistir y alternarse para explicar el cambio en lo generado, Platón podrá referirse a las determinaciones mismas que reciben las cosas por ellas designadas, aquellos contrarios mismos que no podrían llegar a ser nunca contrarios de sí mismos. Solo desde esta anticipación, creemos, se podrá dimensionar con justicia la importancia que dio Platón a la cuestión de los opuestos en el _Fedón_.