Abstract
El encuentro de san Agustín con el aristotelismo tuvo dos vías: por un lado, las traducciones latinas de los comentaristas, que buscaban la integración de Platón y de Aristóteles, aunque señalando la primacía del primero; así el aristotelismo alcanzó un nuevo auge, pero bajo la dirección conceptual del neoplatonismo. Por otro lado, la lectura de las Categorías, en alguna de las traducciones latinas que circulaban en su época. En este doble marco de recepción, postulamos la presencia del principio aristotélico esse in subiecto, en la argumentación sobre la inmortalidad del alma, y discernimos las consecuencias de este recurso. Si bien la teoría de la reminiscencia explicaba la procedencia del conocimiento como el recuerdo más verdadero, esta constituía una dificultad insuperable para una mentalidad creacionista; consideramos que el elemento aristotélico actúa sobre esta estructura platónica: la experiencia de las cosas no es recuerdo, sino evocación. Mediante el recurso del principio aristotélico, san Agustín transmuta la inmaterialidad del alma platónico-aristotélica en espiritualidad.