Abstract
Los gestos curativos realizados por Jesús de Nazaret durante su ministerio público dieron lugar a numerosos abordajes en el período patrístico, especialmente en el campo de la soteriología. En el siglo IV encontramos la figura de Ambrosio de Milán quien, en varios de sus escritos, presentó la dinámica histórico-salvífica a la luz de diversos elementos tomados de la práctica de la medicina. Sus ricas metáforas proporcionan un reflejo multifacético de la manera en que Cristo obra la salvación entre los hombres. En este sentido, este artículo abordará la medicina divina en el pensamiento ambrosiano desde tres vertientes. En primer lugar veremos la figura de Cristo Doctor, que manifiesta su bondad a favor de los seres humanos enfermos a causa del pecado. En el segundo momento veremos cómo Ambrosio explica los remedios espirituales, más concretamente la Palabra de Dios, la Eucaristía y la Penitencia. Finalmente, el artículo presentará al paciente frente al médico y los remedios espirituales, cuyas actitudes implican consecuencias para la recuperación o no de la salud. De esta manera, la tríada “médico-medicina-enfermo” examinada en los escritos ambrosianos permite una visión más amplia de la realidad soteriológica a la luz de la medicina espiritual, que, en definitiva, presenta al Cristo Doctor que descendió de los cielos trayendo la medicina de salvación a la humanidad herida por el pecado.