Abstract
Hablar de las relaciones del Estado colombiano con la sede Apostólica de Roma, constituye una seria tarea, que requiere se convierta en una reflexión equilibrada un tanto lejos de dogmatismo y apreciaciones ligeras que en muchos casos acompañan la investigación histórica. Para acercarnos a esta tarea, es necesario remitirnos a los senderos de historia Republicana, la cual se puede decir no es tan larga que digamos. Hay que tener en cuenta que al producirse la Independencia, no sólo heredamos la fe católica, apostólica, romana, sino también los poderes Eclesiásticos que se hallaban en plena flor merced al patronato real, y que los patriotas una vez en el poder, lo reclamaron como cierto privilegio legado por la madre España.